Historias para contar
- Jun, Dom, 2024
Ya no necesita comprar cilantro, habichuelas ni zanahorias, y pronto los tomates comenzaran a dar sus frutos. Antes, aunque también sembraba, no siempre tenía éxito, pero luego de su participación en las escuelas de campo todo funciona mejor, pues afianzó habilidades y conocimientos relacionados con la siembra y cosecha de hortalizas y verduras. Cindy ha vivido aquí durante cinco años, junto a su esposo, originario de Cañas Abajo (Florida), y sus tres hijos pequeños. Mientras su esposo trabaja en labores de campo, Cindy sale diariamente a conseguir el complemento de recursos para su sustento.
Cindy y sus hijos comparten tiempo familiar en la huerta, ayudándola a sembrar, a limpiar la maleza y a voltear la tierra, momento que contribuye a la unión familiar y a la formación de sus hijos.
Para Isamar, es fundamental tener acceso a alimentos saludables directamente en su hogar, de allí consume para sus preparaciones diarias tomate, habichuela, cilantro, cebolla, pimentón, tomillo, cimarrón, yuca, plátano, mango, limones, entre otras variedades. Sus hijos se han involucrado con entusiasmo en el cuidado de la huerta, a la que llamó “La Esperanza”, donde les gusta regar las plantas. Además, la huerta se ha convertido en un espacio personal y privado para Isamar, allí encuentra paz y felicidad. Es un lugar que le pertenece, donde puede estar consigo misma y compartir momentos especiales con su familia.
Él es James Cuenca, un productor rural de Miranda – Cauca, quien ha trabajado con nosotros para mejorar la productividad de sus cultivos de plátano. Conoce su historia aquí.