Más y mejores alimentos desde la agricultura familiar - huertas multipropósito

La práctica se desarrolla en municipios con un alto nivel de ruralidad, participan organizaciones indígenas, Consejos Comunitarios Afrocolombianos, asociaciones campesinas y sus familias vinculadas. Esta diversidad permea los procesos, dado que la agricultura pasa de ser un proceso técnico para estar inmerso en la cultura, en las creencias y se fusiona con las prácticas ancestrales y visión propia del rol de la alimentación para las comunidades.
En superficies promedio de 35 a 50 m2, se observan cultivos de maíz, fríjol, tomate, ají, pimentón, cebolla, orégano, lechuga, espinacas, cilantro, plantas medicinales y aromáticas y hasta frutales, que se constituyen en los huertos ubicados en predios contiguos a las viviendas que tienen la función de proveer alimentos con prácticas tradicionales y agroecología.

“Ahora estamos más tranquilas y confiando en que siempre tendremos comida en la casa. La gente se ha unido y a las mujeres nos valoran más, porque producimos alimentos y ayudamos con los gastos. De todo eso que cultivamos, nos comemos una parte y lo otro lo vendemos; a veces los cultivos se nos dañan, pero así vamos aprendiendo”, Carmen, líder de huertas en Florida, madre de 3 hijos y su huerta produce maíz, fríjol, tomate, cebolla, hierbas aromáticas y otras 20 variedades de alimentos agrícolas.

La Fundación despliega procesos de acompañamiento técnico para la producción de alimentos, el intercambio de conocimientos culturales y ancestrales de la práctica agrícola y el fortalecimiento de las relaciones sociales en el trabajo colectivo.

Se sustenta en los enfoques de agricultura familiar, comunitaria y campesina, de género y diversidad y desarrollo de base; desde los cuales se despliegan acciones para empoderar a las mujeres en decisiones económicas y su aporte productivo directo sobre la producción de alimentos en los hogares y la comercialización.

HISTORIAS QUE TRANSFORMAN

Saberes que Alimentan